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Tai chi, el Camino de la Armonía
Este es un programa radiofónico que nace con la ilusión de crear un espacio para hablar, compartir, vivir y difundir el Tai chi.
Es un secreto a voces, que el tai chi nació como una evolución de las disciplinas marciales del wu shu, como un refinamiento de las habilidades y los logros conseguidos por éste, porque, a la vez que integraba sus conocimientos, buscaba otras respuestas.
Gracias a la lucidez de sus planteamientos y a la coherencia y eficacia de sus objetivos, el tai chi, poco a poco, se ha ido extendiendo por el mundo... Lo que en un principio era, en occidente, una disciplina que practicaban muy pocos, se ha convertido en algo habitual y presente en nuestra vida cotidiana.
Podemos acceder al tai chi en un gimnasio cercano, en las actividades que ofertan los ayuntamientos, patronatos, centros culturales… pero hay más…
Para nuestra sorpresa, tenemos noticia del desembarco de “nuevos estilos tradicionales” de tai chi, algunos de ellos muy diferenciados entre sí, y que en algunos casos rompen con el supuesto criterio de la lentitud como exclusiva opción de práctica.
Este desembarco de conocimiento está creando, en algunos sectores, cierta inquietud, por desconocimiento de las tradiciones marciales chinas, de manera similar a como sucedió con el kung fu, cuando Bruce Lee lo catapultó a nivel mundial...
Identificado inicialmente como un estilo marcial de lucha, el kung fu, en realidad, no existía como tal. Kung fu equivalía a una descripción de un nivel elevado de habilidad y sobre todo, de calidad práctica. Tener kung fu o tener buen kung fu, era ser un buen practicante, con un gran nivel de disciplina y de habilidades internas. Y esto podía aplicarse a cualquiera de las artes del wushu... a cualquiera de sus innumerables variedades, incluso al tai chi.
Hoy gracias a la progresiva apertura cultural del gobierno chino, que primero levantó la prohibición de practicar artes marciales y tai chi, y que más tarde se ha implicado activamente en su difusión y estandarización... unificando criterios a nivel deportivo y de competición ... nos llega la profunda y la rigurosa investigación científica que una civilización milenaria, la cultura china, ha dedicado al conocimiento de la autodefensa, el autocontrol, la salud y la pacificación mental...
Como algunos sabrán ya, occidente empieza a intuir que lo que se conoce como tai chi, en realidad es un concepto genérico que contiene diversas ramas de investigación y especialización a través de sus diferentes estilos: estilos Yang, Chen, Wu, Hun Yuan, Sun, Zhao Bao, Hu Lei, Xing Yi, Pa Kua, Wudang, entre otros, además de los recientes estilos elaborados con criterios de integración y de competición deportiva... forman parte de lo que hoy conocemos como Tai Chi Chuan.
Paulatinamente, el mundo occidental, también va teniendo noticia del calado de la práctica del tai chi en todas las capas de la sociedad china. Se practica:
- en hospitales y se recetan ejercicios (sobre todo de chi kung), como prácticas preventivas y terapias profilácticas;
- en horario laboral, en los propios centros de trabajo, pues es sabido que reduce las ausencias por enfermedad, aumenta la productividad, fomenta la colaboración y armoniza la convivencia.
- en las escuelas, porque es un gran reeducador psicomotriz, aumenta la concentración, despierta la intuición y activa el proceso intelectual;
- forma parte de los programas de entrenamiento de algunos cuerpos policiales y de defensa, pues, no sólo contribuye a comprender y analizar mejor las habilidades adquiridas en otras disciplinas del Wu Shu, sino que, además, permite gestionar el estrés corporal y psicológico que la vigilancia, como actitud permanente, genera en quien la desempeña;
- se practica en centros de formación artística, pues es un gran estimulante de la creatividad y ayuda a desarrollar sutiles niveles de control corporal y vocal... a la vez que potencia la expresividad emocional en su justa medida y explora el potencial de comunicación no verbal con el público, gracias al dominio y al uso de la serenidad y el silencio...
Y así es como, lentamente, Occidente empieza también a descubrir la amplitud de la filtración del tai chi en la cultura china, algo inconcebible tan sólo hace unos siglos, cuando era accesible sólo a unos pocos, pues el secretismo rodeaba su práctica y su difusión...
Inesperado, es también para muchos, el descubrimiento de una nueva y sorprendente faceta del tai chi tradicional: la práctica con armas. El uso de las “armas tai chi”, empieza a entusiasmar a los afortunados que las practican, mientras otros se siguen preguntando si esto no era territorio exclusivo del wu shu...
Aprender a usar un arma sin ser combativo...
Sin dejarse la serenidad en el camino...
Ser capaz de involucrarse en un proceso
de aprendizaje contínuo..
Y además... disfrutar de ello…
Es como si la civilización china, a través de la cultura taoísta, con certera precisión, nos recordara la existencia de una habilidad ancestral, que nos permite reelaborar el significado de la velocidad y del tiempo para volver a encontrarnos con nosotros mismos... a pesar de la vorágine del mundo moderno en el que estamos inmersos...
El rescate de esta habilidad y su integración con las disciplinas marciales dió lugar a una nueva propuesta que pronto se elevó a categoría de Arte, el tai chi, y que en ocasiones ha llegado a ser conocido con el significativo nombre de... El Camino...
Son muchos los practicantes que han descubierto ya la inteligencia y la profundidad de esta propuesta ... y esperamos poder contribuir, con este espacio, a que otros se embarquen en su descubrimiento...
Con esta ilusión y, esperamos que, con vuestra contribución nace…
Tai Chi: El Camino de la Armonía
Patricia Bauli
Agosto 2008